Creada por el propio artista, lleva el apellido en homenaje a su padre «Julio Carrasco Rojo». Consiste en una lámina de fibra de vidrio con mármol siliconado pulverizado que incluye en su interior una malla fina sostenida por perfiles metálicos de una dimensión especifica, lo mismo que la formulación de la resina en su concentración con los reactivos, esto permite que la lámina no se craquele y pueda ser enrollable, de esta manera puede ser transportado a cualquier parte del mundo. Esta superficie extendida tiene la consistencia de una pared y antes de comenzar la pintura mural, se aplica sobre esta una capa de dióxido de titanio, “Carrasco” utiliza pigmentos minerales de alta resistencia mezclados con metacrilato de metilo.